Soylent Green. Richard Fleischer, 1974
Nueva York, año 2022: la población ha crecido desmesuradamente, se vive en la miseria y se pasa hambre. Hace unas semanas ha aparecido un nuevo alimento sintético, el “Soylent Green”, con el que las autoridades están alimentando de forma barata a la población. El agente de policía Thorn (Charlton Heston) y su viejo amigo Roth (Edward G. Robinson), superviviente de la época en la que “aún” había alimentos naturales, sospechan que hay algo raro y comienzan a investigar.
Soylent Green es la adaptación de la novela “Make Room! Make Room!” (“Hagan sitio! Hagan sitio!”), escrita por Harry Harrison. En ella se describe un futuro no demasiado lejano acuciado por la superpoblación, la sobre-explotación de los recursos naturales y el calentamiento global.
Richard Fleischer, director habitual del género de ciencia-ficción, se encargó de adaptarla recurriendo a un escenario desesperanzador: un planeta agotado y unos océanos secos. Fleischer realiza una acertada (aunque deliciosamente näif) visión de futuro, en la que el cine imax, la telefonía móvil o los videojuegos (en una escena, una chica aparece jugando al “Computer Space” de Atari, el primer juego comercial de la Historia) ya son realidad cotidiana… al menos para la cúpula dirigente, los pocos que pueden permitirse pagar 150 dólares por una docena de fresas.
Rodada sin excesivos medios (demostración de que no es necesario recurrir a carísimas técnicas de efectos especiales), “Soylent Green” es una cinta que logra estremecer por su crudeza y por su inmediatez. Uno de las mejores películas de su género, por cuanto muestra una realidad tristemente conocida en nuestros días. Para mí, este film forma parte de una trilogía perversa, junto al "Planeta de los Simios" y "El último hombre vivo" (esta última ya posteada en este blog), todas ellas grandes películas protagonizadas por Charlton Heston cuando aún era abiertamente crítico y apoyaba películas comprometidas que ponían en tela de juicio la validez de los valores sociales de su época.
Soylent Green (que en español recibió el significativo título de “Cuando el destino no alcance”) es una película no muy conocida por el gran público pero muy apreciada por el sector científico. Para terminar, citaré el consejo de un amigo sobre esta película: ”Si no la han visto todavía, háganlo cuanto antes, que ahora mismo quedan reservas de petróleo para 20 o 30 añitos más, luego igual habrá que pedalear unas cuantas horas atados a una dinamo para poder generar energía necesaria para proyectar una peli tan buena”.
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