Dos hombres y un destino. George Roy Hill, 1969
Ante todo, pido disculpas por el retraso de esta semana en la publicación del post. Problemas técnicos...
Hace unos días, desapareció uno de los grandes nombres del cine: Paul Newman. Para sumarnos a su merecido homenaje, posteamos hoy una de sus cintas más famosas.
Butch Cassidy es el carismático líder de una banda de pistoleros y atracadores; Sundance Kid, una de las pistolas más rápidas del Oeste, es su inseparable compañero. Un atraco frustrado a la Unión Pacific provoca la disolución del grupo. Será entonces cuando Butch, Sundance y una guapa maestra de Denver llamada Etta Place formen un trío de románticos fugitivos que, robando por oficio y divirtiéndose con el riesgo, tienen siempre a la ley pisándoles los talones.
Si bien es cierto que el guionista, William Goldman, se toma ciertas libertades en el tratamiento de ambos forajidos, mitificandolos, el resultado es una película entretenida y de calidad. El ritmo narrativo es bueno, aunque en ciertos momentos parece pedir un mayor tono humorístico. Cabe destacar la banda sonora, que adquirió una enorme popularidad a pesar de no tener demasiado protagonismo en la película (al menos en cuanto a minutos se refiere). Y por supuesto, la preciosa fotografía en tonos sepia lograda por Conrad L. Hall.
En cuanto a las actuaciones, y aunque suene a manido, la complicidad que emanan Newman y Redford se ha igualado en pocas ocasiones en la historia del cine. Y esta complicidad acentúa el carisma de ambos personajes, y ayuda a que se hayan convertido por derecho en una de las grandes parejas del cine. En efecto, sin poder sacarle defectos, la pobre Katharine Ross queda por completo eclipsada.
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