El último hombre... vivo (The omega man). Boris Sagal, 1971
Como consecuencia de la guerra bacteriológica entre Rusia y China sobrevive un solo individuo: el coronel Neville (Charlton Heston), científico que se salva gracias a haberse inyectado la única dosis de la vacuna. A partir de este momento tendrá que defenderse del asedio de quienes, al no poseer los anticuerpos, han degenerado hasta convertirse en una especie de “no-muertos”.
Auténtica Serie B “de la buena” (¿?). En realidad se trata de una delirante fábula apocalíptica. La receta no podía ser más heterogénea: un poco de denuncia militarista, unos gramos de LSD, un chorrito de hippismo trasnochado, una avance de blaxpoitation, unos cuantos zombis albinos, un gurú sectario y una dosis de Charlton Heston luciendo palmito. Agitar bien y servir. El resultado es una película muy influida por la época: guerra fría, crisis mundial, anti-comunismo y temor a una guerra nuclear (aquí los malos son rusos y chinos, ya se sabe que EE.UU. es una nación pacífica, ejem).
Lo mejor, el comienzo: Charlton Heston desplazándose a toda velocidad por las solitarias calles de Los Ángeles en un descapotable rojo.
Lo peor, no sé ni por donde empezar… La película toma como base la novela “Soy leyenda” de Richard Matherson, aunque los guionistas (el matrimonio Corrington) se toman “ciertas libertades” con respecto al texto. Hay que decir que el libro ya tuvo una primera adaptación en 1964, protagonizada por Vince Price. “El último hombre vivo” es una película desafortunada en muchos sentidos, pues pierde demasiados elementos de la novela (la soledad, la definición del ser y la sociedad, el cambio y la no-adaptación a un mundo ajeno y que nos teme porque somos diferentes…) y crea una versión seriamente descontextualizada y sin profundidad. Además, “El último hombre vivo” retoma demasiados elementos de otras películas (sobre todo “La noche de los muertos vivientes”).
Recomendable, por tanto, sólo para aquellos que disfruten con zombis/mutantes, y que no cuestionan las explicaciones científicas o históricas del argumento. Para todos los demás, mejor ver el capítulo especial de Halloween de los Simpsons, titulado “El último Homer Vivo”. Un homenaje divertido a la película.
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keko -