Blade Runner. Ridley Scott, 1982
"He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...".
A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de robot llamado Nexus, un ser virtualmente idéntico al hombre y conocido como Replicante. Los Replicantes Nexus-6 eran superiores en fuerza y agilidad, e iguales en inteligencia a los humanos. Los Replicantes fueron usados en la arriesgada misión de explorar y colonizar otros planetas. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de combate de Nexus-6 en una colonia sideral, los Replicantes fueron declarados proscritos en la Tierra bajo pena de muerte. Brigadas de policías especiales, las Unidades Blade Runners, tenían órdenes matar al cualquier Replicante invasor. A esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba retiro.
La película se basa en la novela de Philip K. Dick "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", pero mejorándola gracias a un guión más arriesgado, una banda sonora deslumbrante a cargo de Vangelis, una fotografía espectacular, unas actuaciones memorables (el papel de Rutger Hauer –el replicante Roy- es, sin ninguna duda, el mejor de todos) y una buena dirección.
La belleza plástica de cada fotograma fue, curiosamente, la parte que más críticas recibió, pues muchos veían su estética más próxima a la publicidad que al cine propiamente dicho. Pero esta estética es la marca de la película: un expresionismo puesto al día que la dota de una modernidad asombrosa sobre la que no pasan los años. Una desasosegante visión del futuro, representada a través de una sociedad urbana caótica, oscura y claustrofóbica: la sombría iluminación, las calles y edificios de la ciudad, los gases y humos, el sonido....
Generalmente Blade Runner se considera una película de ciencia ficción; pero no sería descabellado situarla como una película de género negro, pues no hay ni un rasgo de optimismo en ella, ni siquiera en el aparente final feliz, porque es posible que lo que se muestra en él no sea más que un sueño del replicante.
Blade Runner es una historia de palabras mayores: vida, amor y muerte; el afán del ser humano por entender su existencia en el mundo. Los replicantes, verdaderos protagonistas de la historia, siendo "simplemente" máquinas, muestran rasgos exclusivos de los hombres, lo que nos hace meditar hasta que punto ellos no lo son realmente. Porque, ¿qué diferencia al hombre del resto de los seres?, ¿la inteligencia? ¿las emociones? ¿el amor?... El deseo de vivir que muestras los replicantes es incluso superior al del hombre. Es tan grande esa sensación que llegan a ser más humanos que los propios humanos.
“Lástima que no pueda vivir, pero... ¿quién vive?”
Es esta última frase la que condensa toda la película.
2 comentarios
Mario R. Loarca Pineda -
andresin -
Sólo por la música, esta película ya merece la pena. Diferentes finales, intriga sobre la verdadera naturaleza de los personajes, dilemas morales... Esta película es un hito de la ciencia ficción. Además la película engancha pues si eres una mente inquieta, una vez terminas de verla quieres hacer un segundo pase para desvelar los entresijos y observar con más atención ciertos detalles.