Anécdotas de La novia cadáver. Tim Burton, 2005
Hace ya algún tiempo comenté esta película, de increíble belleza visual. Es hora de conocer algunas curiosidades de su rodaje.
Para empezar, sobre su técnica: El proceso de la animación en stop-motion es una tarea increíblemente minuciosa, tal como ya vimos hace unos meses al hablar de la simpática oveja Shaum.
Una ventaja del stop-motion es que se pueden duplicar sus actores muñecos y sus decorados para ahorrar tiempo. La novia cadáver llegó a tener 26 platós de rodaje a la vez... y aún así, supuso 10 años de duro trabajo!
Sus responsables técnicos, Mackinnon y Saunders, inventaron una técnica nueva y revolucionaria para La novia cadáver. En el pasado, como en “Pesadilla antes de Navidad”, las expresiones faciales de los muñecos se conseguían con “cabezas de repuesto”, cada una de las cuales proporcionaba cambios de expresión mínimos. Era eficaz, pero intrínsecamente restrictivo en lo que respecta a la gama de emociones que permitían.
En esta ocasión se creó un complejo sistema de engranajes alojado dentro de la cabeza de los muñecos, al que se podía acceder a través de las orejas y varios puntos en el pelo. La manipulación de estos engranajes permite muchas más posturas y expresiones, haciendo que los personajes sonrían, frunzan el cejo, arqueen las cejas, etc., de un modo increíblemente sutil.
Claro que los engranajes conllevaban la necesidad de que los muñecos midieran 30 centímetros de altura, que es mucho más grande que los tradicionales muñecos de la stop-motion. Esto, a su vez, incrementó la escala de todos los decorados, para que guardasen proporción.
Como la grabación de las voces tiene lugar antes de empezar a rodar, las interpretaciones de los actores juegan un papel esencial en la creación de la personalidad de los personajes y para establecer el tono general de la película.
Johnny Depp fue el encargado de poner la voz al personaje de Victor, trabajando simultáneamente en La novia cadáver y en “Charlie y la fábrica de chocolate”. Muchas de sus sesiones de grabación tenían lugar al final de un día de rodaje de “Charlie…”, cuando se quitaba su traje de Willie Wonka y entraba en la cabina de grabación. Depp nunca antes había puesto la voz a un personaje animado, pero al actor fetiche de Burton (protagonizó también “Eduardo Manostijeras”, “Ed Wood” y “Sleepy Hollow”), le encantó la posibilidad de trabajar con él en ambas películas.
“Cada vez que he trabajado con Johnny es algo diferente”, dice Burton. “Está interesado en ser un personaje y no necesariamente interesado en su imagen, y me resulta muy apasionante trabajar con actores así. Está realmente dispuesto a asumir riesgos que no tienen que ver con la imagen ni con el dinero. Y cada vez es diferente y mejor. Es magnífico encontrar gente así con la que te puedas comunicar a un nivel casi subconsciente”.
Como curiosidad final, algo realmente halagador: el animado, colorido y orgánico diseño arquitectónico del País de los Muertos fue inspirado por las vertiginosas y caprichosas creaciones del arquitecto español Antoni Gaudí.
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