Artilugios para fascinar.
El cine puede considerarse como el resultado de la unión de la fotografía y el intento de reproducir el movimiento, incorporando algunos rasgos como la fusión crítica de parpadeo (un haz de luz cortado más de 50 veces por segundo al ojo humano le asemeja continuo) y el movimiento aparente (tendencia de la visión humana a ver movimiento donde sólo hay estímulos). El cine no existe como tal, el movimiento sólo existe en la mente del espectador.
Para conseguir esta combinación, el pionero fue Atanasius Kircher y su linterna mágica (1653): una cámara oscura provista de lentes y dibujos traslúcidos, proyectándolos al exterior porque el foco de luz está dentro de la propia cámara oscura (sería equivalente a un primitivo proyecto de diapositivas).
Desde mediados del siglo XIX se dieron numerosos inventos: taumatropo, fenaquitiscopio, estroboscopio, zootropo, praxinoscopio, teatro óptico… Todos ellos se pueden contemplar (y tocar) en el Museo/Filmoteca de Castilla y León, que se puede visitar de forma gratuita durante todo el año, en Salamanca. Además, también incluyen varios kinetoscopios, el visor patentado por Edison, donde contemplar algunos de los cortos de Georges Mélies!