Siete ocasiones. Buster Keaton, 1925
Jimmy Shannon, un agente de bolsa al borde de la bancarrota, ve la solución a sus problemas cuando un abogado le presenta el testamento de un rico pariente, a condición de estar casado a las 7 de la tarde de su 27 cumpleaños. ¡Y eso es… hoy!
Pocas cosas hay más subjetivas que la risa. Por eso únicamente puedo decir que “Siete ocasiones”, aunque no goce de la fama y el prestigio de “El maquinista de la General”, es una hilarante película. El secreto radica en que contiene todos los registros del humor de Keaton.
La película se estructura claramente en dos partes. En la primera, de un tempo reposado, asistimos a un humor sutil, hecho de pequeños gestos, que invita a la sonrisa. La segunda parte, en cambio, es quizás el fragmento cómico más frenético de su cine y nos lleva directamente a sus más delirantes cortometrajes, como “Cops”. Y lo mejor es que, a través de la risa y casi sin darnos cuenta, asistimos a una gran lección de puesta en escena y sentido del ritmo.
Por cierto, que la historia del soltero de oro ha sido versionada docenas de veces... para peor. Ojalá no se hubiera desvirtuado nunca el recuerdo de la película original.
1 comentario
JLO -
muy bueno el blog con la foto de El Cameraman al lado derecho....
salu2 keatonianos...
Cuando el arte ataque