Objetivo: Birmania. Raoul Walsh, 1945
Durante la II Guerra Mundial, el Mayor Nelson y sus hombres son lanzados en paracaídas sobre la jungla birmana, tras las líneas enemigas, para destruir una estación de radar japonesa. La angustiosa y extenuante expedición a través de la jungla y los pantanos repletos de soldados enemigos se convertirá en un juego mortal en el que tan importante será cumplir con éxito la misión como poder ser rescatados.
“Objetivo Birmania” es una película de circunstancias: rodada en plena guerra mundial y con el propósito de justificar el extenuante ejercicio bélico. Al margen de la “japonofobia” que irradia todo el film, además de que desde el punto de vista biogeográfico muchos paisajes no corresponden con Birmania (aunque a decir verdad los resultados para haber sido rodado casi íntegramente en Central Park son magníficos)… pues a pesar de todo ello “Objetivo Birmania” es maravillosa.
Walsh extrae del cine de combate su fibra más tensa, sólo un director como Walsh podía hacernos sentir el paso de las horas, de los días, los mosquitos, el barro, la humedad....e incluso la muerte y la amistad. Unos soldados y el ansia desnuda por sobrevivir. No hay más. Tampoco menos.
A destacar la fotografía de James Wong Howe, un maestro que aprovecha las sombras y los matices de grises de forma espectacular en la que es una de las últimas películas en blanco y negro fotografiada con estilo y gusto de la época.
Y luego tenemos a un Errol Flynn en pleno estado de gracia. Se suele recodar a este actor por su cine de aventuras cuando fue precisamente con Raoul Walsh con el que tiene dos de sus mejores interpretaciones. Una como el General Custer en la extraordinaria “Murieron con las botas puestas” y otra esta como el paracaidista Capitán Nelson en las que nos da una lección de registros delante de una cámara.
Un consejo importante: esta película ha de verse en versión original. Las copias en español suelen estar completamente mutiladas: se estrenó en pleno franquismo y el doblaje destrozó los diálogos (¡en algunas frases los soldados dicen en español lo opuesto a lo que aseguran en inglés!), la magistral música de Franz Waxman y los efectos sonoros. Para ejemplo, las largas marchas a través de la selva birmana: en la versión española son momentos de absoluto silencio, mientras que la original incluye espectaculares efectos de sonido con pájaros, otros animales, agua… (Vamos, lo que debe ser la atmósfera de una jungla real) y una música dramática que aumenta la tensión.
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leoncio -