Entrevista con Marlon Brando
Tal como prometimos, el post de hoy inaugura una nueva sección: “Entrevista con…” Y es que ceder la palabra a los propios protagonistas del cine puede ser muy interesante y enriquecedor.
Marlon Brando nunca tuvo una relación demasiado fluida con la prensa. Por eso, el libro que escribió Lawrence Grobel tras pasar varios días como invitado en Tetiaroa, la isla del actor, y que se tituló “Brando por sí mismo (Ma Non Troppo)”, resulta clave para entender a Brando. En este libro el mítico actor habla extensamente sobre cine (aquí os dejo una pequeña muestra)…
– ¿Le importa cuando la gente dice que no siempre da el 100% cuando interpreta?.
–Stella Adler, que era mi profesora, una mujer muy admirable, me contó una vez una historia sobre su padre Jacob P. Adler, un gran actor yiddish, que trajo consigo la gran tradición teatral europea. Él había dicho que si ibas al teatro y notabas un 100% de inspiración, mostraras 70. Y si ibas al teatro otra noche y notabas quizá un 50%, mostraras 30… Que siempre mostraras menos de lo que tienes.
–¿Como hice usted en “La condesa de Hong Kong”?
–No, intenté hacerlo, pero yo era un muñeco, una marioneta en esa película. No podía ser otra cosa, porque Chaplin es un hombre de gran talento, y yo no iba a discutir con él sobre lo que es divertido y lo que no. Debo decir que no empezamos muy bien. Llegué a Londres para la lectura del guión, y Chaplin nos lo leyó. Yo tenía jet lag, y en plena lectura, me puse a dormir enseguida. Eso fue horroroso. [Ríe.] A veces dormir es más importante que todo lo demás. Ese papel no era para mí. Chaplin no debería haber intentado dirigir la película; tendría que haber actuado él o dedicarse a escribir las memorias.
… pero también opina sin escrúpulos sobre un gran repertorio de temas. Por ejemplo, del arte:
- De algún modo, hemos sustituido el arte por la artesanía, y la artesanía por el ingenio. No hay artistas. Somos hombres de negocios. Somos comerciantes. No hay arte. Picasso fue el último a quien llamaría artista. Es cierto que si firmaba un cheque por menos de 75 dólares, valía más la pena vender el cheque por la firma que cobrarlo. Es un chiste muy bueno. Es de una inteligencia enorme. Es como una etiqueta de Gucci, la etiqueta Picasso.
… o también de la religión y la muerte:
- ¿Cree usted en Dios? ¿Es optimista respecto a la vida y el futuro?
- No se ha inventado nunca un sistema que funcione: la religión no lo consigue, ni la filosofía, ni la ética, ni los sistemas económicos. Ninguno de los sistemas con referencia a los problemas humanos ha funcionado jamás. Aunque vivir una vida de desesperación, no es posible. He escuchado los pros y los contras. He escuchado a científicos decir que no sabemos bastante, que el ciclo de la vida en la Tierra tiene un equilibrio tan delicado que, si todavía no lo hemos mandado al garete, desde luego, trascenderemos nuestras naturalezas. ¿Quién sabe?
–¿Quiere decir que no tiene una solución?
–No tengo una solución para la muerte.
–¿Y qué me dice de envejecer? ¿Cómo ha envejecido usted?
–Bastante bien. Cuanto más viejo, me he sentido más feliz. Más contento.
Como curiosidad final, dejo aquí el enlace a una entrevista que le realizaron en 1953 y que incluía un peculiar número musical:
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simbacar -