La cena de los idiotas. Francis Veber, 1998
Para Perre Brochant y sus amigos, el miércoles es el día de los idiotas. El principio es simple: cada uno debe llegar a la cena acompañado de un idiota. El que consiga llevar el idiota más espectacular de todos, es el ganador. Esta noche, Brochant está pletórico: ha encontrado una auténtica joya. Un idiota redomado. ¡El campeón mundial de los idiotas! Su nombre es François Pignon, un aburrido contable obsesionado con sus construcciones hechas a base de cerillas. Lo que Brochant desconoce es que Pignon es un auténtico gafe, un maestro en el arte de provocar catástrofes...
Estrenada casi en el anonimato, esta comedia “cruel” estuvo más de un año en cartel en las salas de cine, porque es un ejemplo de lo que deberían ser todas las comedias. Aporta un sentido del humor magnífico y que no insulta la inteligencia del espectador, y está poblada de innumerables gags antológicos (sobre todo los relacionados con el teléfono).
En cuanto al reparto, todos los actores están soberbios, aunque sin duda el mejor de todos es Jacques Villeret, quien realiza el mejor papel de su carrera. Y digo esto desde el convencimiento que no creo a nadie capaz de igualar la mezcla de estupidez y ternura que Villeret logra transmitir.
Si no te gusta el cine francés, esta puede ser una gran excepción. Porque...¿quién es el verdadero idiota?
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Adriana -