Ninotchka. Ernst Lubitsch, 1939
Ninotchka (Greta Garbo) es una estricta funcionaria de la Rusia comunista enviada a París para investigar el trabajo de tres camaradas, tres delegados comerciales que han sido seducidos por las trampas del capitalismo. Allí conocerá al conde León d’Algout (Melvyn Douglas), un apuesto caballero que le enseñará... ¡a reír!
Basada en un musical de Broadway titulado "Silk Stockings", la película fue publicitada con el eslogan "Garbo ríe" (Garbo Laughs!), ya que hasta el momento Garbo se había visto encasillada en papeles dramáticos.
La película desarrolla una elegante y divertida crítica del comunismo y, sobre todo, de la dictadura stalinista, presentado como un régimen frío y amenazador, frente a la libertad, alegría y diversión del sistema occidental. Visión maniquea, si, pero la película es, ante todo, un estudio apasionado del ser humano, que no puede adaptase a la rigidez ideológica porque está hecho para la alegría, la amistad y el amor.
Todo en esta película es soberbio: una escala de grises de extraordinaria riqueza; los diálogos, brillantes (no en vano, en el guión participó Billy Wilder). Las interpretaciones son todas ellas muy buenas (el trío de agentes bolcheviques “aburguesados” aporta uno de los motivos principales de humor), pero la mejor es Greta Garbo, magnífica en su papel de mujer que descubre de repente su condición humana. Y todo ello aderezado con la elegancia del "toque Lubitsch".
Algunas escenas ya forman parte de la historia del cine: ¡La comilona de los bolcheviques, que no se muestra sino desde fuera de la suite! ¡La escena de la farola, en medio del tráfico, en la que se conocen-desconocen los protagonistas! ¡Los movimientos de cámara dentro de la suite real! Para no perdérsela…
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