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Rashomon. Akira Kurosawa, 1950

Rashomon. Akira Kurosawa, 1950

Bajo las puertas de Rashomon, en la antigua Kioto, tres personajes (un sacerdote budista, un leñador y un peregrino) se refugian de una tormenta. Los tres discuten sobre el juicio al bandido Tajomaru, acusado de haber dado muerte a un señor feudal y de violar a su esposa. Los incidentes son narrados desde el punto de vista de Tajomaru, de la mujer, del asesinado (a través de una médium) y del leñador, único testigo de los hechos.  

Kurosawa nos ofrece aquí una prodigiosa utilización de los flashback, pues las versiones de la historia serán siempre contradictorias y desde distintas posiciones emocionales.  

Rashomon es una película con una carga moral muy acentuada. Inspirándose en un relato de Ryonusuke Akutagawa, Kurosawa se muestra buen conocedor del alma humana. Una pequeña mentira puede tener consecuencias devastadoras en la vida de un hombre, pues vivimos de acuerdo con lo que creemos verdadero y bueno. Pero descubrir la verdad puede ser muy difícil y doloroso. Y uno de los mayores obstáculos para descubrirla somos nosotros mismos, porque nuestras creencias, egoísmos y prejuicios alteran la percepción que tenemos de las cosas, cómo las vivimos y, sobre todo, como las recordamos.

Rashomon es una película que roza la perfección, con unos encuadres impresionantes, un ritmo vertiginoso y un acabado formal excelente. A destacar también las soberbias interpretaciones de Toshiro Mifune (impagable en su papel de Tajomaru) y Machiko Kyo. 

Ganadora de León de Oro en el Festival de Cine de Venecia en 1951, esta obra maestra contribuyó decisivamente al reconocimiento internacional del cine japonés. 

Una película descomunal, inagotable. Sobrepasa cualquier cosa que pueda decir sobre ella.

1 comentario

keko -

jaja! sabía q íbas a acabar hablando d sta peli!